
Acá les dejo un breve comentario sobre cada una de las canciones.
En conclusión, un gran trabajo. Y con cada escucha me gusta más. Creo que va a estar entre mis favoritos de este año. Ojalá que Jarvis salga de gira a presentarlo. Y que si viene a Argentina yo pueda ir a verlo, no como la vez anterior, que me lo perdí por estar de vacaciones. Agendas encontradas, la mía y la de Jarvis...
Le doy 8 Damiancitos.
- Further complications: una canción bien rockera, con guitarra, bajo y batería al palo. Marca el tono para lo que seguirá después y es la primera en la que se vislumbra la influencia de Nick Cave.
- Angela: sigue en la línea de la anterior. Armada sobre un persistente riff de guitarra cuya fuerza lleva adelante a la canción y compensa la falta de una melodía memorable.
- Pilchard: en este tema cuasi instrumental (Jarvis sólo balbucea unos sonidos guturales) la velocidad no decae, con una batería que domina el sonido y riffs de guitarra que van y vienen, un poco a là Gang of four.
- Leftovers: aparece la primera (gran) balada del disco. Típica de Jarvis, con su habitual teatralidad, cantando, recitando y susurrando la letra. Uno de esos casos en que el intérprete hace a la canción mejor de lo que es.
- I never said I was deep: sin solución de continuidad, Cocker nos agarra con la guardia baja y nos zampa otra gran balada. Aquí, hace gala no sólo de su elegante forma de cantar, sino de su habitual ironía. “Nunca dije que era profundo / Pero soy profundamente superficial / Mi falta de conocimiento es amplia / Pero mi horizonte es angosto”. Claro que no le creemos ni media palabra.
- Homewrecker!: un temazo. Una mezcla entre Morphine, con un saxo al palo, y Nick Cave, en el que Jarvis termina aullando como nunca antes, tirando a la mierda su elegancia en favor del alarido rockero.
- Hold Still: de regreso a la balada, éste tal vez sea el tema menos destacado. Una relajada melodía, con arreglos suaves de guitarra, piano, batería y coros. No está mal, pero suena medio transicional en el contexto del disco.
- Fuckingsong: otro tema al palo. Batería al frente, y otro riff de guitarra que lleva a la canción de la mano.
- Caucasian blues: más rock, lo que llegando casi al final ya confirma la naturaleza del disco. Otra buena muestra de que Jarvis tenía bien claro el tipo de trabajo que quería lograr. Y de que sabía cómo hacerlo.
- Slush: distinta al resto, esta canción tiene un sonido etéreo, con guitarras que fluyen sutilmente detrás de la voz de Cocker. Me hace acordar un poco a The Jesus & Mary Chain.
- You’re in my eyes (Discosong): una rareza. El tema que cierra el disco dura casi 9 minutos y es una especie de balada entre elegante y cool, mezcla de Cave, Steely Dan y Barry White, que bien podría llevar la firma de Mike Patton.
En conclusión, un gran trabajo. Y con cada escucha me gusta más. Creo que va a estar entre mis favoritos de este año. Ojalá que Jarvis salga de gira a presentarlo. Y que si viene a Argentina yo pueda ir a verlo, no como la vez anterior, que me lo perdí por estar de vacaciones. Agendas encontradas, la mía y la de Jarvis...
Le doy 8 Damiancitos.