jueves, 25 de junio de 2009

Preliminaires: Iggy se puso meloso

Un voz grave, trasnochada, recitando en francés, nos recibe. De fondo, un gentil órgano y un suave redoblante sirven de base. El sonido nos traslada a un café parisino en los años 70, con intelectuales hablando de política, cine y literatura, mientras fuman y se toman un whisky. No, no se trata de un disco de Serge Gainsbourg, sino del último trabajo de la Iguana del rock, el señor Iggy Pop. Así es, Iggy se cansó del rock pesado (dijo estar "podrido de los salames que agarran una guitarra y gritan") y armó un disco muy particular, en el que navega por aguas distintas a las habituales. Se trata de un trabajo que toma su principal influencia de los crooners, yendo de la chanson francesa a la música de New Orleans, pasando por la bossa nova (hay una versión de "Insensatez", de Vinicius y Jobim). Al escuchar el disco, nombres como Gainsbourg, Scott Walker, Leonard Cohen y Tom Waits vienen a la mente. De todas formas, no todo aquí es terreno nuevo para Iggy. Algunas de las canciones, más en el molde de cantautor trovador, hacen recordar a trabajos suyos solistas ("She's a business" bien podría haber sido parte de American Ceasar), aunque sí hay un trecho de distancia con el rock rabioso de los Stooges.
Según sus propias palabras, Preliminaires está influenciado por el trabajo del escritor Michel Houellebecq, específicamente su libro "La posibilidad de una isla". De hecho, una de las canciones directamente lo parafrasea ("A machine for loving").
La conclusión es que no es un disco redondo ni magistral. Se trata sólo de un dinosaurio del rock que tenía ganas de cambiar un poco. Y si bien Iggy no iguala ni hace olvidar a sus influencias, sí logra un más que interesante trabajo. Sus mejores momentos están cerca de lo genial, y los peores se toleran bien. Vale la pena.

7 Damiancitos

viernes, 5 de junio de 2009

THE ETERNAL, lo nuevo de Sonic Youth


Veinticinco años después de haber editado el tenebroso debut Confusion Is Sex/Kill Your Idols, la juventud sónica se despacha con un disco no menos aterrador. El tándem guitarrero Ranaldo-Moore sigue entregando la más desgarrada distorsión noise al sevicio de melodías que se pueden silbar mientras Kim Gordon sostiene con un bajo firme y canta como una adolescente rebelde.
Los Sonic Youth ya pasaron la barrera de los 50 y siguen haciendo temblar el piso a puro ruido. Con The Eternal, Thurston Moore, Kim Gordon, Lee Ranaldo y compañía demuestran ser una banda madura, que se sabe abanderada de un estilo y lo defiende a base de atrapantes texturas guitarreras, de pinceladas psicodélicas, actitud punk y melodías simples.

Le doy 9 rocasalvos.